Hoy viernes, 15 de octubre, finaliza la temporada truchera con resultados parecidos a los de años anteriores, que siguen posicionando a la provincia entre las mejores del panorama nacional pero a la vez evidencian un paulatino declive de los cauces leoneses. Haciendo balance, se puede decir que durante los primeros meses las capturas fueron muy escasas debido a la altitud de los caudales y a la frialdad de las aguas, que propiciaron la inactividad de los peces y el desaliento de los pescadores. Situación esta que no varió mucho durante la primavera a causa de la climatología y de la acumulación de agua en los embalses que mantuvieron los ríos prácticamente en las mismas condiciones poco favorables para la pesca. Con la entrada del verano se produjo una mejoría sensible y se pudieron contemplar buenos ejemplares en las cestas de los aficionados, aunque fueron pocos los que consiguieron el cupo reglamentario repetidas veces. Los últimos días del verano en los ríos naturales y los primeros del otoño en los regulados, fueron los mejores de la temporada, especialmente estos últimos en que la pesca se realizó bajo la modalidad sin muerte, con menor presión pesquera y mayor abundancia de capturas. Los próximos meses la mayoría de salmónidos que pueblan las aguas leonesas se adentrarán en su ciclo reproductor y se agruparán en zonas específicas para la puesta, siendo la densidad y número de estos frezaderos un claro exponente de la salud piscícola de cada río.

Especies para continuar

Finalizada la temporada truchera, la pesca del lucio llama la atención de muchos aficionados que se resisten a colgar la caña. En la provincia leonesa, esta especie que se encuentra principalmente en los tramos bajos de los ríos Esla y Órbigo, puede capturarse sin limitación de cupo y talla. Para pescarlo con éxito es preciso tantear a las zonas profundas del río con mucha vegetación y obstáculos sumergidos, siendo el pez vivo es el cebo más recomendable, pero al estar prohibida su utilización en todas las aguas leonesas, los aficionados deberán recurrir a los señuelos artificiales (vinilos, rápalas, devones y cucharillas). El sistema básico de pesca consiste en lanzar el aparejo en las zonas anteriormente indicadas y dejarlo bajar al fondo para luego recogerlo a intervalos, propiciando un movimiento de ascenso y descenso que resultará irresistible para el lucio.

Pesca invernal

Una vez cerrada la veda de la trucha, los aficionados podrán seguir disfrutando de la pesca en las masas de agua leonesas declaradas como no trucheras y en régimen especial, donde la captura se encuentra autorizada durante todo el año con la única obligación de devolver al río los salmónidos que se capturen en las épocas de veda para esta especie. Estas masas de agua están situadas en los ríos Bernesga (desde el puente de la carretera de Carbajal de la Legua hasta su confluencia con el río Esla), Torío (desde el puente de Villanueva del Árbol en la carretera nacional 621 León-Santander, hasta la confluencia con el río Bernesga), Órbigo (desde el Puente Paulón en la carretera de Santa Maria del Páramo a la Bañeza, hasta el límite provincial), Esla (desde la desembocadura del río Bernesga hasta el límite provincial) y Tuerto (desde la presa de riego de Barrientos hasta su desembocadura en el río Órbigo). También se puede seguir practicando en los embalses de Bárcena (formado por el río Sil, desde la confluencia del arroyo de Velasco con este río, hasta el muro de la presa) y Campañana (en toda su extensión.